Zulema Yoma le llevó a Cristina su reclamo por Carlitos

lunes, 6 de octubre de 2008

La Presidenta le prometió a la ex esposa de Menem "hacer todo lo posible" por el esclarecimiento de la muerte de su hijo, ocurrido en 1995.


La presidenta Cristina Fernández recibió hoy a Zulema Yoma en la Quinta de Olivos, ante quien se comprometió a colaborar con su pedido de e sclarecimiento de la muerte de su hijo, Carlos Menem Junior. La audiencia con la presidenta fue el epílogo de un largo recorrido de Yoma por lograr la reapertura de la investigación judicial por la muerte de su hijo y fue consecuencia directa de su reclamo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Esta tarde, Yoma fue recibida en Olivos por Fernández de Kirchner y el canciller Jorge Taiana. La ex esposa del ex mandatario Carlos Menem llegó acompañada por su abogada, Ana Herren. "La presidenta se comprometió en forma personal, mostró un gran afecto hacia la señora Yoma y demostró conocer la causa", detalló en diálogo con DyN la abogada.
Zulema Yoma había denunciado al Estado argentino en 1999, cuando su ex esposo todavía se encontraba a cargo de la presidencia de la Nación. En aquella oportunidad entregó un escrito donde reclamaba una nueva investigación a quien entonces era el secretario de la CIDH, Jorge Taiana. Carlos Menem Junior murió el 15 de marzo de 1995 cuando piloteaba un helicóptero junto al automovilista Silvio Oltra.
El juez Carlos Villafuerte Ruzo resolvió que se trató de un accidente y archivó la causa. Ante la presentación en la CIDH, el Estado argentino le propuso a Zulema Yoma una "solución amistosa", que entre otros puntos contemplaba una audiencia con la presidenta. Herren dijo a DyN que Fernández de Kirchner "demostró saber en qué momento de la solución amistosa estamos y se comprometió con Zulema al punto tal que le dijo que todo lo que necesitara se comunicara en forma personal con ella".

La abogada calificó la reunión como "muy buena" y dijo que el objetivo es "encontrar la verdad en la muerte de Carlitos, para que Zulema pueda enterrar los restos de su hijo". A la vez, Herren criticó a Villafuerte Ruzo porque consideró que "ordenó el archivo sin investigar todo lo que tenía" y "rechazó un peritaje de Gendarmería que determinó la existencia de esquirlas".
Fuente: DYN

Adiós a un GRANDE Paul Newman

sábado, 27 de septiembre de 2008




1 - EEUU. Los Angeles - Adiós a Paul Newman protagonista de la historia de Hollywood 27 septiembre 2008

Las condiciones de salud del actor 83 años desde bastante tiempo enfermo de cáncer habían precipitado en los ultimos días. Pocas semanas atrás había expresado su deseo de morír en su casa.El actor apenas había completado el último ciclo de quemioterapia en el Weill Cornell Medical Center de New York y habria dicho de querer pasar sus ultimos días con su mujerJoanne Woorwardy las hijas. Orígenes estudios y servicio militar Hijo de padre de origen judeo-alemán y madre católica con raíces húngaras cursa sus estudios elementales en "Malven Grammar School" y en "Shaker Heights School". En 1942 ingresa en el Kenyon College universitario yal año siguientese alista en la Marina. En las bases de Okinawa y Guam cumplió el servicio militar entre 1943 y 1945. Tras servir en la marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundialvolvió a Kenyondonde se graduó en Ciencias Económicas y formó parte del equipo de fútbol americano.

Carrera dramática Inicios en el teatroTras varios papeles de extrafigurante esporádico y secundario con poco papel en varias series de la TV norteamericana ("Suspense" en 1949"The web" en 1952)prueba suerte en el cine. Su primera películaThe Silver Chalice ("El cáliz de plata" 1954) de Víctor Savillecinta bíblica de lujosa producción y regulares resultados a nivel de crítica y público en su estreno donde compartía cartel con Pier Angeli o Virginia Mayoha sido descrita por el propio Newman como "la peor película de la década". Su primer éxito le llegó dos años después con un film de enorme repercusión a nivel internacional: Marcado por el odio (1956) de Robert Wiseen la que encarnó al boxeador Rocky Graziano en un papel al que también optaba Steve McQueeny brillaba con una interpretación bastante notable al lado de dos jovencísimos Pier Angeli y Sal Mineo. Ese mismo añologra destacar en un film de ambiente judicial basado en una obra teatral que se apunta al éxito de Traidor en el infierno de Billy Wilder: se trata de la notable Traidor a su patria (de Arnold Lavendonde Newman trabaja con Walter Pidgeon y Wendell Corey en una trama de traiciones en el ámbito del espionaje militar. En 1957 repite con el director Robert Wise en un melodrama criminal donde comparte cartel con dos bellísimas Joan Fontaine y Jean Simmons: se trata de Mujeres culpablesen su momento no estrenada en cines en Europa pese a su indudable atractivoy también en ese año estrena la biografía musical de la cantante Helen Morgan (que luchó por salir del alcoholismo estando en la cumbre de su carrera) titulada Para ella un solo hombre (de Michael Curtiz)al lado de la recordada actriz Ann Blyth.

Carrera cinematogràfica

Tras esta cintaNewman rueda cuatro films importantes que se estrenan en 1958: La gata sobre el tejado de zinc (de Richard Brooks)adaptación de la espléndida obra teatral de Tennessee Williams que marcó toda una época y que pone al actor en el "mapa" de la industria cinematográfica estadounidense por su impecable encarnación del atormentado hijo de un rico empresario enfermopor su perfecta química en pantalla con una turbadora Elizabeth Taylory por no dejarse robar ningún plano frente a característicos del talento de Burl Ives o Jack CarsonEl zurdo (de Arthur Penn)revisión desmitificadora del legendario Billy el niño que solo triunfó en Europa pero que hoy es considerada película de culto y donde el actor realiza una composición bastante acertadaEl largo y cálido veranodrama sureño nuevamente basado en Tennessee Williams y de generoso presupuestodonde Newman trabaja por primera vez con Martin Ritt -uno de sus directores favoritos y cómplice de buena parte de su carrera profesional- y con la bella Joanne Woodward (que acababa de ganar el Oscar a la mejor actriz dramática por una memorable interpretación de mujer con desdoblamiento de personalidad en el clásico Las tres caras de Eva (1957de Nunnally Johnson)de la que se enamoraademás de compartir secuencias con sólidos compañeros como Orson WellesTony FranciosaAngela Lansbury y Lee Remicky Un marido rico (de Leo McCareycomedia fresca y agradable pero no muy redondano especialmente recordada hoya no ser por la presencia de una exuberante Joan Collins).

En 1959 estrena un melodrama convencional y poco visto pero digno de atención (La ciudad no es para míde Vincent Sherman)y al año siguiente vuelve a trabajar con Joanne Woodward en un melodrama de mayor relieve pero mediano éxito (Desde la terraza de Mark Robsonen el que ambos coinciden con Myrna Loy y Peter Lawford). No obstantevuelve a dar en la diana cuando entra en el reparto de una de las superproducciones más costosas y famosas de la historia: la adaptación del best seller de Leon Uris Éxodo (1960) que produce y dirige el célebre cineasta Otto Preminger. Aunque tachada de sionísta por algunosla cinta logra recrear en parte la realidad de la creación del Estado de Israel tras la 2ª Guerra Mundialy cuenta con inolvidable reparto: Eva Marie SaintRalph RichardsonSal Mineo...

1961 parece dar un revés a la joven estrellaal estrenar dos cintas que pasan sin pena ni gloria: por un ladola célebre pero en su momento algo incomprendida El buscavidas de Robert Rossenuna de las mejores muestras del llamado "cine de perdedores" en la que tanto Newman como Piper LaurieGeorge C. Scott y Jackie Gleason logran magistrales actuacionesy por otrosu segundo film con Martin Ritt donde encarna a un joven músico de jazz que viaja a París con un compañero (Sidney Poitier) y ve actuar al mismísimo Louis Armstrong: Un día volveréfilm de poca solidez narrativa y dramática pero que conserva cierto encanto. Perodesde 1962 en adelanteNewman va encadenando un éxito tras otroen títulos destacados como Dulce pájaro de juventud (Nueva adaptación de Tennessee Williams que supone para Newman reencontrarse con el gran director y guionista Richard Brooksy que pese a las imposiciones de la censura norteamericana para con el texto original le permite ofrecer una de sus mejores interpretacionessin desmerecer a sus compañeros de cast -entre los que sobresalen Shirley KnightGeraldine Page y Ed Begley-)Cuando se tienen veinte años (De nuevo a las órdenes de Ritt en una de sus colaboraciones más famosasdonde el actor comparte protagonismo con Richard Beymer)Hud (1963de nuevo bajo las órdenes de Martin Ritt y acompañado de los consagrados Patricia Neal y Melvyn Douglas en un drama psicológico enclavado en un ambiente rural y enmarcado en el mundo de los perdedores que tiene alcance)Samantha (Comedia ligera dirigida por Melville Shavelson donde vuelve a coincidir con su ya esposa Joanne Woodwardy con una estupenda Thelma Ritter en esta especie de versión del clásico de Vincente Minnelli Mi desconfiada esposa (1958)El premio (Cine de intriga claramente influenciado por el estilo de Alfred Hitchcock basado a su vez en un best seller de la épocarealizado por Mark Robson y co-protagonizado por una deliciosa Elke Sommer) y Cuatro confesiones (de nuevo con Martin Ritt y con un completo reparto encabezado por Edward G. RobinsonLaurence Harvey y Claire Bloomversionaba el clásico de Akira Kurosawa Rashomon con resultados globales netamente inferiores).

Su consagración definitiva como estrella de Hollywood se da en 1966 con su participación en una superproducción de cine negro que hace historia: Harperdetective privado (de Jack Smight supone una renovación formal y estilística de un género ya en decadencia pero que este film actualiza y reinventa -e inicia un subgénero que recoge Frank Sinatra en su trilogía sobre el detective Tony Rome en Hampa doradaEl detective y La mujer de cemento-es uno de los films más taquilleros del año en medio mundoy la crítica internacional arropa un film brillante que contaba tambien con Lauren BacallShelley WintersJanet LeighArthur HillRobert WagnerJulie Harris... Ese mismo añoNewman rueda su único film con Alfred Hitchcock: Cortina rasgadaal lado de Julie Andrewsque supone un fracaso comercial bastante inmerecido y que cuenta una interesante trama al hilo de la Guerra Fría. De aquí en adelantela carrera del actor se consolida con películas de renombre y otras menos logradas pero de buena acogida: Un hombre de Martin Ritt (western psicológico donde Newman tiene un inolvidable duelo interpretativo con Fredric March y Richard Boone)La leyenda del indomable de Stuart Rosenberg (primer título del actor con este directorque será uno de sus talismanes en los 70y todo un clásico del género carcelario de todos los tiemposdonde el actor queda inmortalizado para la Historia del cine junto a George KennedyJo Van Fleet o Strother Martin)RachelRachel (que supone su debut en la direccióny una de las mejores radiografías de la condición femenina en la Norteamerica profunday otorga a Joanne Woodward una de sus mejores creaciones)Dos hombres y un destino de George Roy Hill (primera reunión de Newman con este director y con Robert Redford para uno de los films clave de los 60 que revisitaba e innovaba en el western crepuscular y lograba uno de los mayores taquillazos de la décadasuponía el descubrimiento de la malograda Katharine Ross y arrasaba en la entrega de los Oscar)300 millas de James Goldstone (reuniéndose de nuevo con su esposa en un film de carreras de coches que se apuntaba a la moda iniciada desde Aquellos chalados en sus locos cacharros en 1963 o La carrera del siglo en 1964)Comando secreto de Jack Smight (mediocrillo thriller británico donde Newman sale airoso junto a Andrew Duggan y Sylva Koscino frente a un guión bastante flojo)Un hombre de hoy de Stuart Rosenberg (su peor película pese a trabajar con su esposa y la inevitable química entre ambos)Casta invencible (su segundo film como realizadorlogrado drama familiar con los rostros de Henry FondaLee Remickel hoy olvidado Michael Sarrazin y el propio Newman)El juez de la horca de John Huston (en su primer encuentro con este enorme directoren un remake de la legendaria y magistral El forastero de William Wyler de 1940en compañía de una madura pero todavía sabrosa Ava Gardner)Los indeseables de Stuart Rosenberg (western otoñal infravalorado por la críticadonde Newman trabajaba con Wayne Robson y Lee Marvin en un film luego imitado hasta la saciedad)El golpe de George Roy Hill (que supone la segunda película de Newman-Redford y todo un fenómeno social en el momento de su estrenobasado en una obra teatral de prestigio)y El hombre de Mackintosh de John Huston (thriller casi británico no maravilloso pero redimido por la actuación de NewmanJames Mason y la fascinante Dominique Sanda). Punto y aparte merece su tercera película detrás de las cámaras: El efecto de los rayos gamma sobre las margaritasde nuevo con Joanne Woodward como protagonista absolutasupone el reconocimiento de crítica y público a nivel internacional y su entrada en la Historia del séptimo arte en labores

Atraído por la interpretación se unió a una compañía de teatro de Illinoisla "Woodstock Player's"donde trabajaba la que sería su primera esposaJacky Wittemadre de sus hijos ScottSusan y Stephaniey de quien se divorció en 1958tras nueve años de matrimonio. Newman estudió interpretación en la prestigiosa Universidad de Yale y en el no menos mítico Actor's Studio de Lee Strasberg en Nueva Yorkdonde coincidió con otras jóvenes promesas que tambien se hicieron un nombre en el cine de Hollywood: James DeanSteve McQueenLee RemickGeraldine Pageetc. En 1953 debutó en Broadway con la obra de William Inge Picnicque permaneció catorce meses en cartel de autoría.La madurez interpretativa del actor llega con su aparición en la superproducción quejunto a la anterior Aeropuerto de 1970inicia el subgénero de cine catástrofe: El coloso en llamas (1974)de Irwin Allen y John Guillerminal lado de otras estrellas como Steve McQueenFaye Dunaway o Richard Chamberlain. Su siguiente proyecto es una secuela de "Harper" que tiene buen tono narrativo: Con el agua al cuello (de Stuart Rosenberg). Sin embargocon este film se inicia una especie de declive en la carrera del intérpretey la calidad de sus films posteriores empieza a ser más irregular: Buffallo Bill y los indios (1976)bajo las órdenes de Robert Altmandivide a crítica y público pese a conseguir el Oso de Oro en el Festival de Berlín y a la innegable calidad de algunas escenas y a su gran reparto (Joel GreyGeraldine ChaplinHarvey Keitel...El castañazo (1977)de George Roy Hillsólo consigue atrapar al público medio con una historia sobre el hockey donde Newman depura su método interpretativo para los papeles ligeros y brilla al lado de Melinda Dillon y Michael OntkeanEl día del fin del mundo (1980)de James Goldstoneintenta resucitar un cine de drama-catástrofe que empieza a caer en el olvido con NewmanWilliam HoldenJacqueline Bisset y Burgess Meredith como mayor reclamoDistrito apache: el Bronx (de Daniel Petrie)es un mero vehículo de lucimiento para el actorde convencional trazado pero con un par de escenas memorables y excelente interpretación de Edward Asnerel telefilm La caja oscuraque continua su línea de cine comprometido en la direcciónesta vez tratando la historia de las personas que sufren enfermedades mentalesy Ausencia de malicia (1981)de Sydney Pollackdrama político donde Newman borda en un cambio de registro un papel de (presunto) cínico-liberal-corrupto emparejado a la siempre destacada Sally Field.

En 1982 el cotizado actor resurge para ofrecer una de las mejores interpretaciones de toda su carreranominación al Oscar incluídaen la fenomenal Veredicto final de Sidney Lumet. Basada en un guión de David Mamet y con estructura teatralLumet construyó una pieza de enorme solidezcontundente y patética que deslumbra por su sencillez narrativalos grandes trabajos de dos inmensos Charlotte RamplingJack WardenJames Mason y Milo O´Shea y su confeso coqueteo con el eterno cine de perdedorestan querido por el cine norteamericano clásico. La historia de un abogado fracasado que se encuentra con un caso fácil en apariencia pero con trasfondo de poder -sin comparar con cómo se hubiese rodado en plan telefilm de sobremesa-logra conmover de principio a fin. Tras este alabado papelNewman reactiva su carrera y logra la respetabilidad definitiva con Harry e hijo (parcial autobiografía en sus relaciones con su hijo mayorcon el que salda cuentas a través de la realización del film) ysobre todocon la revisitación de "El buscavidas" que Martin Scorsese le brinda en 1986: El color del dinero le otorga un merecidísimo Oscar al mejor actora la par que su último gran trabajo en pantalla. En 1987 rueda su último film hasta la fecha como director: una adaptación de El zoo de cristal de Tennessee Williams que recibió buenas críticas y queciertamentese ve con interés por resultados y reparto (Joanne WoodwardKaren Allen y John Malkovich).

Desde entoncesel actor ha seguido rodando filmsla mayoría en colaboraciones de lujo o papeles co-principalesentre los que destacan títulos como Creadores de sombra de Roland Joffé en 1990la preciosista pero poco valorada Esperando a Mr. Bridge de James Ivoryla costumbrista Ni un pelo de tonto de Robert Bentonel excelente thriller con aroma de clásico Al caer el sol del mismo director (con un magnífico Newman secundado por Susan Sarandon y Gene Hackman)y la magnífica y nada despreciable Camino a la perdición (2002) de Sam Mendesjunto a Tom Hanks y Jude Law.

Por su aspecto bien parecido y sus hermosos ojos azulesNewman pudo haber sido un importante actor de cine románticopero buscó algo más que eso. Newman fue uno de los pocos actores que tuvieron una buena transición entre el cine convencional y moralista de los 50y el cine más libre y comprometido de los últimos 60 y 70 del siglo XX.

Una de sus últimas apariciones corresponde al film de animación de la productora Pixar Carsen la cual aporta voz a Doc Hudsonuno de los personajes. El 25 de mayo de 2007a sus 82 añosanunció su retirada definitiva del mundo del cine.[1] A principios de 2008 se le detectó un cáncer de pulmón y según los médicos le quedarían semanas de vida.[2]

Galardones Paul Newman ha sido nueve veces nominado al Oscar de la Academia como actor: La gata sobre el tejado de zinc caliente (1958)El buscavidas (1961)Cuando se tienen veinte años (1962)Hudel más salvaje entre mil (1963)La leyenda del indomable (1967)Veredicto final (1982)El color del dinero (1986)Ni un pelo de tonto (1994) y Camino de perdición (2002)(candidato al Óscar al mejor actor de reparto).Su Oscar conseguido por el film de 1986 llegó un año después de que recibiese el Oscar honorífico por sus "múltiples y memorables interpretaciones en pantalla"y el actor reconociese perder la esperanza de obtener uno "de verdad" por una sola interpretación. Además fue candidato en una ocasión como productor por RachelRachel. También se le concedió el premio especial de la AcademiaPremio Humanitario Jean Hersholten 1994.

También fue nominado en 2003 al Emmy por su interpretación en Our Towny en 2005 ganó el Premio Emmy al mejor actor de reparto por su papel en la lujosa miniserie Empire Falls. En 2006ganó el Globo de Oro como mejor actor de reparto por la misma actuación.

Actividad como director cinematográfico Su debut detrás de las camaras como directorse produce con el corto 'On the harmfulness of tobacco' (1961)al que siguieron seis largometrajes ya comentados anteriormente: 'RachelRachel' (1968)'Casta invencible' (1971)'El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas' (1972)'La caja oscura' (1980para TV)'Harry e hijo' (1984) -en memoria de su hijo Scottmuerto por sobredosis en 1978 a los 28 años-y la adaptación de 1987 de The Glass Menagerie de Tennessee Williams. En cinco de ellas dirigió a su mujerJoanne Woodwardcon la que se casó en Las Vegas en 1958 y con la que tuvo otros tres hijos: EleanorMelissa y Claire.

Aficiones

Hombre de gran conciencia política y socialimpulsó en memoria de su hijo la Fundación Scott Newmandestinada a auxiliar y proteger a personas víctimas de la droga. Ha pertenecido a la Alianza para la Defensa del Medio Ambiente.

En 1978 representó a su país ante la Organización de las Naciones Unidas en la Conferencia para el Desarme. En 1990 fue nombrado "padre del año" por UNICEF y propuesto como candidato a gobernador de Connecticut por el congresista demócrata Benjamin de Zino.

Ademásha fundado una serie de campamentos de verano para niños/as con enfermedades gravesdonde utilizan la diversión y la sonrisa como medicina. Gracias a su iniciativa15.000 niños/as disfrutan cada año del ocio y bienestar que ofrecen sus campamentos de veranoHole in the Wall Camps. Son campamentos gratuitos subvencionados por más de 42.000 entidades y personas de todo el mundo. Desde que comenzara su actividad han pasado por los campamentos más de 114.000 niños/as.

En estos campamentos colaboran de manera gratuita mas de 7.500 personas cada verano.

Filmografía Como director El zoo de cristal 1987 Harry e hijo 1984 La caja oscura 1980 (rodado para la televisión) El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas 1972 Casta invencible 1971 RaquelRaquel 1968

Como actor 2006 - Cars (voz) 2002 - Camino a la perdición de Sam Mendes 1999 - Donde esté el dinero de Marek Kanievska 1999 - Mensaje en una botella de Luis Mandoki 1998 - Al caer el sol de Robert Benton 1994 El gran salto de Joel Coen Ni un pelo de tonto de Robert Benton 1990 Esperando a Mr. Bridge de James Ivory Creadores de sombras de Roland Joffé 1989 - El escándalo Blaze de Ron Shelton 1986 - El color del dinero de Martin Scorsese 1984 - Harry e hijo de Paul Newman 1982 - Veredicto final de Sidney Lumet 1981 Ausencia de malicia de Sydney Pollack Distrito apache: El Bronx de Daniel Petrie 1980 - El día del fin del mundo de James Goldstone 1979 - Quinteto de Robert Altman 1977 - El castañazo de George Roy Hill 1976 - Buffalo Bill y los indios de Robert Altman 1975 - Con el agua al cuello de Stuart Rosenberg 1974 - El coloso en llamas de John Guillermin 1973 El hombre de MacKintosh de John Huston El golpe de George Roy Hill 1972 El juez de la horca de John Huston Los indeseables de Stuart Rosenberg 1971 Punto límite: Cero de Richard C. Sarafian Casta invencible de Paul Newman 1970 - Un hombre de hoy de Stuart Rosenberg 1969 Comando secreto de Jack Smight 500 millas de James Goldstone Dos hombres y un destino de George Roy Hill 1968 Comando secreto de Jack Smight 1967 Hombre de Martin Ritt La leyenda del indomable de Stuart Rosenberg 1966 Harperinvestigador privado de Jack Smight Cortina rasgada de Alfred Hitchcock 1965 Lady L de Peter Ustinov 1964 Cuatro confesiones de Martin Ritt Ella y sus maridos de J. Lee Thompson 1963 Hud de Martin Ritt Samantha de Melville Shavelson El premio de Mark Robson 1962 Dulce pájaro de juventud de Richard Brooks Cuando se tienen veinte años de Martin Ritt 1961 El buscavidas de Robert Rossen Un día volveré de Martin Ritt 1960 Éxodo de Otto Preminger Desde la terraza de Mark Robson 1959 La ciudad frente a mí de Vincent Sherman El Buscavidas de Robert Rossen 1958 Un marido rico de Leo McCarey El largo y cálido verano de Martin Ritt El zurdo de Arthur Penn La gata sobre el tejado de zinc de Richard Brooks 1957 Mujeres culpables de Robert Wise Para ella un solo hombre de Michael Curtiz 1956 Traidor a su patria de Arnold Laven Marcado por el odio de Robert Wise

Premios Oscar Año Categoría Película Resultado 2002 Oscar al mejor actor de reparto Camino a la perdición Candidato 1994 Oscar al mejor actor Ni un pelo de tonto Candidato 1993 Premio Humanitario Jean Hersholt Ganador 1986 Oscar al mejor actor El color del dinero Ganador 1985 Oscar Honorífico Ganador 1982 Oscar al mejor actor Veredicto final Candidato 1981 Oscar al mejor actor Ausencia de malicia Candidato 1968 Oscar a la mejor película RachelRachel Candidato 1967 Oscar al mejor actor La leyenda del indomable Candidato 1963 Oscar al mejor actor Hud Candidato 1961 Oscar al mejor actor El buscavidas Candidato 1958 Oscar al mejor actor La gata sobre el tejado de zinc Candidato

Globos de Oro Año Categoría Película Resultado 2006 Globo de Oro al mejor actor de reparto de serieminiserie o telefilme Empire falls Ganador 2003 Globo de Oro al mejor actor de reparto Camino a la perdición Candidato 1984 Premio Cecil B. DeMille Ganador 1995 Globo de Oro al mejor actor - Drama Ni un pelo de tonto Candidato 1987 Globo de Oro al mejor actor - Drama El color del dinero Candidato 1983 Globo de Oro al mejor actor - Drama Veredicto final Candidato 1969 Globo de Oro al mejor director RachelRachel Ganador 1968 Globo de Oro al mejor actor - Drama La leyenda del indomable Candidato 1964 Globo de Oro al mejor actor - Drama Hud Candidato 1963 Globo de Oro al mejor actor - Drama Dulce pájaro de juventud Candidato 1963 Globo de Oro al mejor actor de reparto Cuando se tienen veinte años Candidato 1962 Globo de Oro al mejor actor - Drama El buscavidas Candidato 1957 Globo de Oro a la nueva estrella del año - Actor El cáliz de plata Ganador

Screen Actors Guild Año Categoría Película Resultado 1994 Screen Actors Guild al mejor actor Ni un pelo de tonto Nominado .

PAUL LEONARD NEWMAN
1925-2008



María Teresa SchnackIberá 2312 5° "D" CP 1429 Capital FederalBuenos Aires Argentina(54-011) 4704-9036 (54-011) 1565317574

Morír sin Justicia

sábado, 5 de julio de 2008


Mabel Yapur, nos cuenta en las oficinas de COFAVI la historia de Adelia Buffa (su madre, enferma de Mal de Alzheimer), de su esposo Pedro H. Gallo y de como los despojaron de su patrimonio.
En seis meses todos los bienes fueron divididos en dos sociedades.
1971: Bernardo Larroudé, prov. de La Pampa, Pedro Gallo, viudo con 2 hijas ( Marisa Gallo de Tamain y Mirtha Gallo de Berardo), se casa con Adelia Buffa, viuda con 1 hija, Mabel Yapur. En 30 años de matrimonio hay bienes propios y ganaciales.
Noviembre de 1997: Marisa Gallo los lleva a Córdoba Capital con la excusa de un chequeo médico a Pedro y para tal estadía, los interna en un geriátrico.
4-12-97: Marisa Gallo le revoca el poder general a Pedro. Según dice Marisa Gallo de Tamaín los ¨médicos¨ aconsejan que se quede un tiempo más en Córdoba para su mejor atención, ya que su corazón era el problema. O para mejor entender comenzaba el gran ngocio.
22-1-1998: Pedro Gallo otorga un poder a su hijas Marisa y Mirtha para administrar el campo ¨Santa Inés¨de 1733 has. por el plazo de 10 años.
12-2-98: Pedro Gallo y Adelia Buffa (enferma de Mal de Alzheimer) firman un poder a Marisa Gallo de Tamaín para vender una quinta en Bernardo Larroudé y el 50% delcampo ¨La Agustina", esto se reliza en la escribanía Burdichón de la Ciudad de Córdoba.
18-2-98: Pedro Gallo vende el 50% del campo ¨Santa Inés¨ o sea 800 has. a una sociedad comprada al Uruguay, ¿a que no saben por quién? Por Marisa Gallo y suesposo José Félix Tamaín.
25-2-98: Pedro Gallo vende el otro 50% del campo a su otra hija Mirtha Gallo y a su esposo Hugo Berardo. Debo aclara que es el mismo campo que el día 22 de Enero, Pedro Gallo les firmó a sus hijas un poder para administrarlo por 10 años.
3-3-98: Marisa Gallo vende el 50% del campo ¨La Agustina¨ a Whashington Jeréz.
20-3-98: Las sociedades Chacosa S.A. y Don Pedro S.A. permutan 1019 cabezas de ganado (que estaban en el campo Santa Inés) por un campo en Santiago del Estero,cuyo dueño es ¿saben quién? Whashington Jeréz, dicho campo tiene la matrícula real secuestrada por la Justicia Penal ya que el mismo pertenece al Sr. Risso, (denuncia Nuevo Diario, Jueves 1 de Febrero de 2001) aquirido por este Señor en 1983 y nunca vendido, y por esas cosas que tienen los negocios en 1993 figura como dueño el Sr.José Felix Tamaín o mejor dicho el presidente de ¨Chacosa S.A¨.
5-6-98: Venta de la quinta en La Pampa.
25-6-98: Fallece Pedro Gallo.
9-9-98: Marisa Gallo vende el 50% del campo ¨La Agustina¨, el mismo 50% que había vendido en Marzo del 98 con un poder caduco a su hijo Juan Manuel Tamaín. Con tal de que a mi madre no le quede nada todo es válido para esta Señora. De todo sólo se logra recuperar 200 vacunos quedando como depositaria judicial. Para poder mantenerlos se hicieron pasturas, se sembró alfalfa, se alambró en la totalidad, en las épocas de sequía e inundación hubo que darles ración.Como no estaban la totalidad de animales y las explicaciones no fueron dadas entiempo y forma, el Juez Melloni determinó que el Sr. Tamaín sea el nuevo depositario judicial, el cual en 6 años no pudo determinar que las vacas son de mi madre. El mismo Sr. Tamaín o mejor dicho el presidente de Chacosa S.A. o para mejor dicho la persona que estafó junto a su mujer Marisa Gallo de Tamaín a mi madre. En conclusión para Marisa Gallo de Tamaín y Mirtha Gallo de Berardo quedaron en su propiedad:Un campo de 1733 has.Un campo de 126 has.1019 vacunos.1 campo n Santiago del Estero de 5000 has.
A mi madre NADA, enferma de Mal de Alzheimer, falleció el 13-7-2004, SIN JUSTICIA.
Hoy Mabel continúa como puede la investigación y las pasos fraudulentos de quienes estafaron a su madre, busca Justicia donde la Justicia ha demostrado algunas de sus cualidades, ser ciega y lenta, pero sigue con paso firme buscando esa verdad que parece estar esquiva.
En próximas publicaciones ampliaresmos como sigue hoy esta historia de estafas, engaños y corrupción.

Entrevista a la señora María Teresa Schnack, presidente de la ONG COFAVI


Entrevista a María Teresa, con motivo de la condena a un ex policía bonaerense acusado de "amenazas agravadas" por el uso de arma de guerra, arma que el Estado le proveyó para "cuidar" la seguridad.

Luego de la entrevista realizada a Nahuel Suárez en ediciones anteriores, ahora queremos compartir con nuestros lectores una entrevista imperdible con María Teresa Schnack, presidente de la ONG, COFAVI.

VIDEO

Entrevista a María Teresa Schnack


Entrevista a Nahuel Suárez en las oficinas de COFAVI


A días de la condena contra el ex subinspector de la Policía Bonaerense Víctor Melgar, entrevistamos a Nahuel Suárez en las oficinas de COFAVI, entidad que lo representa y de la cual el ex policía forma parte.

Tal como lo indicáramos en ediciones anteriores, la justicia federal condenó a un ex oficial por el delito de "amenazas agravadas por el uso de arma de guerra" en contra de Nahuel Suárez, un ex policía bonaerense que curiosamente, fue cesanteado de la fuerza, a pesar de que cuando se hizo conocido su caso a la prensa, el propio gobernador Felipe Solá publicamente lo puso de ejemplo y hasta dijo que había que cuidarlo.

La política tiene esas "malas" tendencias de hacer que los funcionarios digan una cosa a los medios y terminen haciendo o dejando hacer otras en la realidad.

La historia de Nahuel ha sido un ejemplo más de como la "CORRUPCIÓN" goza de buena salud, a pesar de las promesas, a pesar de que poco a poco la justicia le ha ido dando la razón, una razón que no tuvieron los funcionarios bonaerenses que impulsaron su sumario administrativo para determinar su cesantía, en poco ha cambiado su situación personal.

La condena impuesta al ex oficial Melgar, no ha hecho más que ser un "pequeño triunfo" personal, si bien no es habitual condenas en este tipo de delitos, la pena impuesta al oficial dista en mucho de lo que uno como ciudadano espera para funcionarios que valiéndose de los elementos (el arma y su estado policial) hacen un abuso de ellos para violar la ley e intimidar a otros.

Tampoco deja uno de sentir que el Estado la sigue dando la espalda a los pocos elementos potables de instituciones en las que la corrupción se encuentra enquistada, sin dejar de mencionar como el mismo Estado Nacional incumple con los Tratados Internacionales que ha ratificado y que se encuentran incorporados en nuestra Constitución Nacional desde el año 1994, en este caso La Convención Interamericana Contra la Corrupción, especialmente su artículo 8.

Lamentablemente, la asunción del Fiscal en uso de licencia el Dr.Stornelli, no trajo tampoco coherencia al Ministerio de Seguridad provincial, ya que fue este mismo quien confirmó con su firma la cesantía de Nahuel Suárez, una cesantía que para quien lea el sumario administrativo encontrará poco fundamentos para tal medida disciplinaria.

Hay que destacar, la poca seriedad que suelen tener los sumarios contra policías que denuncian hechos de corrupción en la fuerza, generalmente son arbitrarios e incongruentes sus dictámines con la analogía jurídica, pero claro, estos funcionarios amparados en la comodidad que da el no ser responsables civiles por sus actos, termina haciendo que además de causar perjuicios a los afectados, terminemos siendo todos los ciudadanos los que paguemos además de sus mal ganados sueldos, las demandas judiciales por sus "errores" administrativos.

La conclusión es que a todos nos saldría más barato en términos económicos que las autoridades políticas tomen nota de aquellos funcionarios que llevan a la administración pública a juicios y no cumplen adecuadamente sus funciones los aparten del cargo y además que se les reclame judicialmente los daños que causan cuando sus medidas son claramente arbitrarias y contrarias a derecho.

VIDEO ENTREVISTA


DICKY

viernes, 4 de julio de 2008


--Y un día llegaron las ratas.
--Hasta entonces nada había perturbado la paz del gallinero. Todas las gallinas comían tranquilamente durante las mañanas y las tardes, rascaban el suelo libremente y en todos los rincones del lugar, y antes de que el sol retirara su luz de aquellas cosas, se agrupaban bajo la sombra fresca de las chapas, sobre los palos de escoba, y rebuscaban alegremente con sus picos, entre sus plumas infladas, hasta que la quietud llegaba y se dormían. El Dicky tenía su cucha junto a la puerta del gallinero, bajo un alto laurel que lo protegía del sol. Dormitaba allí la mayor parte del día o correteaba por el fondo de la casa y por el parque, persiguiendo mariposas, ladrándole a los gorriones insolentes que saltaban de árbol en árbol, o, sino intentaba morder su propia cola, girando sobre si mismo, agotándose, tomando agua del tacho y echándose otra vez a la sombra del laurel. No era un perro muy grande, en realidad, hacía muy poco tiempo que había dejado de ser un cachorro, y estaba muy contento con el nuevo color té con leche que estaba tomando su pelaje, eran pelos largos, despeinados y rebeldes. Además era feliz porque estaba muy de novio con la perrita de un señor amigo de su amo, ella se llamaba Pachi y tenía unos ojos negros grandotes y brillosos. Se encontraban en la plaza de Témperley, cuando sus amos los sacaban a pasear, y mientras aquellos conversaban, Dicky y Pachi se hacían arrumacos junto a la calesita, o corrían alrededor de la arboleda de plátanos que bordeaba la plaza. Y esto lo hacían todos los sábados, y a veces también los miércoles. Y Dicky esperaba ansioso estos días. Pero, desde que llegaron las ratas eso cambió mucho, dado que su amo tuvo que dejarlo a cuidado del gallinero y salir solo, recomendándole que estuviera atento y que no se moviera de la cucha, ni corriera mariposas, ni se distrajera con los gorriones, y que dejara de jugar con su cola. Y de todo esto, lo que verdaderamente puso muy triste a Dicky fue no poder ver mas a Pachi.
--Las ratas no lo dejaban dormir bien. Pasaba la noche en tensión, y si escuchaba un ruido o le parecía haberlo escuchado, salía disparado de la cucha y entraba al gallinero por la puerta trampa que su amo había preparado, y, en la oscuridad, corría buscando a su enemigo, rugiendo y ladrando, despertando a todas las gallinas, y a veces a su amo, que salía de la casa con una linterna y entraba también al oscuro gallinero.
--Pasaron días así, hasta que una mañana una de las gallinas faltó, y su amo se enojó mucho y no le dio de comer. Y el Dicky se juró cazar una de aquellas ratas, aquellos enemigos a los que aún no había podido conocer.
--Una tarde, mientras intentaba comer un hueso rechupado de los que su amo de vez en vez ahora le entregaba, una gallina se acercó al tejido y le habló. Era Yelsomina. Yelsomina era la gallinita más joven del gallinero, y además, la más flaca. Era muy fea, y sus plumas coloradas eran muy pálidas, de un color marrón indefinido. Dicky le tenía mucho cariño, y ninguno de los gallos quiso estar con ella más de unos momentos, ya que los otros comenzaban a bromear y a molestar con sus groserías. Los gallitos, cuando se ponían a conversar mal de alguien, solían ser muy crueles.
__Hola- le dijo Yelsomina.
__! Qué hacés, Yelsomina¡ -contestó Dicky, tragando un poco su saliva con gusto a hueso. El perro siguió comiendo. La gallinita lo miraba, y en la mirada refulgían lágrimas contenidas. Dándose cuenta, Dicky le preguntó: -- ¿Por qué estás tan triste? Y como Yelsomina no respondiera, dejando el hueso Dicky dijo: ---
__Pero... Estás llorando!
__ Y efectivamente llorando ahora, Yelsomina explicó angustiada:
__Me enamoré de uno de ellos...
__ ¡ Cómo me enamoré de uno de ellos!, ¿ De quién?
__¡ De una rata..!
--Sorprendido, sin entender muy bien, Dicky escuchó el relato de Yelsomina, de cuando Llamilo-la rata- la había encontrado cerca de uno de los rincones del gallinero, que se quedó mirándola, y ella estaba muerta de miedo, y él, después de un momento, giró y desapareció por un agujero en la tierra. Y ella había pensado mucho en él desde ese día, y había vuelto al lugar, y Llamilo también, y se habían quedado mirándose, en silencio, conversando con los ojos, hasta que él volvía a girar y a desaparecer. Así hasta la noche pasada.
__ ¿Y qué pasó anoche? –preguntó Dicky.
__ Me dijo que me quería, y yo me dí cuenta que también lo quiero.
--Sin saber por qué Dicky recordó a Pachi y se sintió muy mal, bajó sus ojos color café y luego, volviendo a mirarla, dijo:
__Yo sé como te sentís.

2

--Llamilo y Dicky se hicieron muy amigos. Al principio, Llamilo tenía mucho miedo del perro, pero Yelsomina lo convenció de que era su único amigo en el gallinero, y entonces Llamilo aceptó conocerlo.
--Al ver a Llamilo, Dicky pensó que las ratas eran realmente horribles, Llamilo tenía una nariz rosada, inmensa, unos bigotes largos y buscones, su pelo era gris y con manchas oscuras, y la cola era muy larga a comparación del cuerpo.
__ ¿Para que sirve tu cola?—le preguntó Dicky sin disimular la gracia que le causaba.
__ Para no perder estabilidad cuando corro por los tirantes o por encima de un tapial. Fuera de eso no sirve para nada.
__Es una cola hermosa - agregó Yelsomina.
__Tus plumas son hermosas-dijo la rata.
--“Diálogo de enamorados” pensó Dicky, para sí, y, dado que era muy peligroso que los vieran juntos, agregó:
__ Podrían verse aquí, debajo del laurel, atrás de mi cucha, si las gallinas te ven Yelsomina, se va a armar la gorda, y si las ratas lo ven a Llamilo pienso que también.
__ Yo tengo un amigo que sabe- dijo la rata- y siempre hace que mis compañeros vayan en otra dirección, así no me ven. Si nuestro líder se entera de esto mi destino sería muy feo.
__ Por eso- continuó Dicky-véanse aquí, así evitamos todos esos problemas, ya que yo tengo bastantes desde que empezó este asunto.
__ ¿Y si tu amo se da cuenta? - preguntó Llamilo- ¿ no vas a tener problemas con él si nos ve?
__Mientras se vean siempre de noche, no los va a ver- y entonces, al hablar, recordó otra vez a Pachi y sintió pena y rabia-, y además no me importa, ya estoy comiendo muy poco, así que no sé que otro castigo podría darme.
--Llamilo y Yelsomina se vieron entonces todas las noches, detrás de la cucha de Dicky, mientras éste vigilaba o dormía. Como Llamilo sabía si sus compañeros iban a intentar algo en el gallinero durante la noche, Dicky podía dormir tranquilo o esperar algún ruido para salir corriendo a espantar a esas sombras ligeras, casi imposibles de ver. Además, Llamilo le traía comida de las casas vecinas y Dicky no sufría tanto hambre.
__No es tan feo el queso- le dijo un día a la rata-, nunca lo había probado.
__Mañana voy a ver si te consigo un poco de carne picada, hay una chapa floja en la carnicería de la vuelta, se puede entrar por el techo.
__Tené cuidado-decía Yelsomina-a ver si te caés.
--Las noches pasaban, y Dicky empezó a extrañar mucho a Pachi. Hacía un montón de días y tardes que ese asunto de las ratas había empezado; ya no corría mariposas, no le ladraba a los gorriones, no intentaba morderse su propia cola, no salían de paseo con su amo. Estaba muy triste.
__No entiendo todo esto- le dijo un día a sus amigos-; las ratas necesitan vivir, y las gallinas también, y yo también. Ahora me doy cuenta para que estoy acá, en esta cucha, junto al gallinero. No es una vida hermosa. No sé que otra vida puede haber, pero ésta es horrible. Lo único bueno que le veo es que ustedes se hayan conocido y se quieran. Los envidio porque pueden verse y quererse. Pero yo hace mucho tiempo que no veo a mi novia. Ni siquiera sé si ella se acuerda de mí.
__Hay otra vida- le dijo Llamilo.
__ ¿Cuál?
--Y Llamilo le habló de lugares que Dicky desconocía por completo, o que apenas había visto, desde muy lejos: Le habló del ferrocarril, de los puentes, de las grandes extensiones de baldios y árboles solitarios donde no había cercos ni alambradas ni nada. Donde los perros andaban juntos de un lado al otro, libres, sin amos. Perros feos, sucios, salvajes, duros y fuertes.
__Es que yo nací en una veterinaria-explicó Dicky-, y después me trajeron acá. Fuera de Pachi no conozco a otros perros.



3

--A pesar de que Llamilo le había asegurado que esa noche no pasaría nada, el gallinero amaneció faltándole una segunda gallina. Yelsomina vino corriendo hasta la cucha de Dicky, muy impresionada a contarle. El Dicky escuchó con paciencia y miedo. Presintió que aquello era el inicio de toda una catástrofe.
--Antes del mediodía, Dicky estaba encadenado a su cucha, y le dolía el cuerpo. Su amo nunca lo había encadenado. Nunca antes le había pegado con un palo. Ahora, además, le había dicho que no comería en todo el día, y que no lo desataría hasta el siguiente. Luego el amo había salido de la casa, y, pasado un largo rato, regresó con un paquete al que luego de abrir, mostró a su perro, poniéndoselo en el hocico, diciéndole que eso era mucho más eficaz que él. El hombre entró al gallinero y dejó caer del paquete muchos pedacitos de algo color rojo, luego salió y entró a la casa sin volver a mirar al perro.
--Por la tarde,Yelsomina volvió junto al tejido.
__Dice el Gallo que es veneno, cositas rojas que matan ratas, veneno que ya el amo usó antes.
__Las ratas no van a comerlo-dijo Dicky.
__¡Sí!- insistió Yelsomina desesperada-, el Gallo dice que las ratas se lo llevan a la cueva y que ahí se lo comen, y después se mueren, sufriendo mucho.
--Ambos quedaron en silencio, observándose.
__Esta noche-dijo Dicky- cuando venga Llamilo le avisás.
__Pero si le aviso y se enteran las gallinas me matan.
__Y si no le avisás Llamilo se lo va a comer y se va a morir.
--Por la noche, Llamilo llegó y se enteró del veneno, sus bigotes descendieron lastimeramente, y los ojos se le llenaron de lágrimas.
__Antes de venir para acá- explicó-unos compañeros míos estaban comiendo esos cositos colorados...
__Si decís algo- dijo Yelsomina- el gallinero se va a dar cuenta y van a empezar a hacer preguntas. A mí ya me preguntan por qué me acuesto tan tarde. No voy a poder seguir mintiendo mucho más.
__Y si no le aviso a mi amigo Berto se lo va a comer y se va a morir.
__No sigan discutiendo. Dijo Dicky.
--Pero Yelsomina y Llamilo ahora estaban trenzados en una filosa discusión.
__Si tus compañeros se enteran- decía la gallinita-van a seguir llevándose gallinas y pollos. Yo misma puedo ser una de esas.
__Y si se enteran que oculté la verdad del veneno- decía la rata- me van a desterrar, y no nos veremos más.
--La discusión no pudo seguir. Yelsomina empezó a llorar, y Llamilo muy dolorido, volvió a su cueva. Yelsomina estuvo llorando un momento junto al Dicky , y luego se fue a dormir.
--El Dicky cerró los ojos y soñó con la Plaza de Témperley y los árboles y Pachi corriendo junto a él.

4

--Antes de que el sol cubriera todas las cosas del parque, un movimiento brusco despertó a Dicky. El perro quiso incorporarse pero tenía la cadena enredada entre sus patas delanteras. Y al abrir los ojos vió frente a la cucha, a Llamilo. La rata estaba muy lastimada, tenía varias mordidas en el lomo, y, lleno de horror, Dicky vió que le faltaba la cola.
--Al ver que el Dicky había despertado, Llamilo dijo, con voz casi ineludible:
__Anoche llegué a la cueva y encontré a Berto a punto de comerse un cosito colorado. No pude evitarlo, salté y le grité que era veneno. Todos se dieron cuenta de que yo sabía la verdad. El líder me mordió y me arrancó la cola, y me condenó al destierro. Berto me quiso defender, pero le pedí que no se metiera, lo podrían desterrar a él también.
__ ¿Y que vas a hacer?-le preguntó Dicky- ¿La viste a Yelsomina?
__No, no la ví ni pienso verla. Me voy. Estoy desterrado. Estoy desterrado y es como estar muerto. Una rata sola, sin cola, no puede ir muy lejos.
__Pero quedáte conmigo, podés ver a Yelsomina por las noches, como siempre
__No, una rata desterrada es igual que nada, y una rata enamorada de una gallina sólo puede sufrir. Yo tampoco entiendo nada de esto, pero si así están las cosas. No puedo ser un lisiado, ¿qué podría darle a ella?, ¿ que podría darme ella a mí?
__Amor Llamilo, amor es lo que podrían darse.
__ ¿Amor?, ¿en medio de tanta muerte y odio?, ¡ mirá ¡- y señaló el tejido con su nariz inmensa y rosada.
--Dicky sintió un escalofrío de terror al mirar hacia el tejido, ya que en los alambres colgaban algunas ratas muertas en el instante de querer escapar hacia algún lado, presas del agudo dolor del veneno en sus estómagos. Dentro y fuera del gallinero había más ratas muertas.
__Lo único que me consuela- dijo Llamilo- es que Berto no comió veneno.
--Y dicho esto giró y desapareció velozmente en la incipiente claridad del amanecer. Dicky corrió hacia él, pero la extensión de la cadena marcó el final de su carrera. Estuvo llamándolo un rato en la oscuridad, sintiendo que una impotencia atroz ganaba sus entrañas. Y antes de que el sol saliera, regresó a su cucha a llorar.

5

--Por supuesto que Dicky tuvo que contarle todo esto a Yelsomina. La gallinita, desde entonces, anduvo sola y callada por los rincones del gallinero. Dicky no supo cómo consolarla, como hacerle sentir alguna esperanza de volver a ver a su amado, ya que él mismo sentía que Llamilo jamás regresaría. En los días que siguieron, pudo notarse que las ratas ya no molestaban tanto, y había un clima de fiesta general en el gallinero, ya que una gallina bataraza estaba empollando sus huevos y se esperaba con ansiedad el nacimiento. Yelsomina se dedicó entonces a comer muchísimo más de lo que comúnmente comía. Su plumaje adquirió un brillo reluciente y nuevo, su porte fue más digno y hermoso, todos la felicitaban y ella no respondía a las alabanzas, muda y con la mirada perdida, seguía comiendo, indiferente a todo piropo, a toda lisonja y comentario meloso. Hasta el grupo de gallitos empezó a murmurar por lo bajo que Yelsomina era bella. Una tarde el Gallo se acercó a la cucha y le preguntó a Dicky si sabía a qué se debía ese cambio en la gallinita que fuera tan fea.
__No sé- respondió Dicky, sin querer hablar más, aunque sentía una gran aprensión cada vez que la veía comer, una sensación nefasta, algo trágico que no podía definir. El Gallo, sorprendido por la parquedad del perro, volvió sobre sus pasos, decidido a no molestarlo más pensando que ese mal humor tenía mucho que ver con estar encadenado y sin comida.
--La intuición del Dicky no era equivocada. Cuando vió- aquella mañana- salir al amo de la casa y llevando en su mano un gran cuchillo, lo supo. Lo supo definitivamente y enseguida empezó a ladrar, pidiéndole a Yelsomina que se escondiera, que no hiciera esa locura. Pero la gallinita, lejos de atender estas indicaciones, avanzó decidida hacia las piernas del amo cuando éste entró al gallinero, y el amo dijo en voz alta que esa era una gallina espléndida para el horno. Y la tomó de las patas y salió del gallinero y delante de todos usó el cuchillo. Furioso, enardecido y dolorido, Dicky no dejaba de ladrar. El amo le gritó que era un perro loco y llevando el cuerpo colgante de Yelsomina en una mano, entró en la casa. Todas las gallinas estaban junto al tejido, sin poder creer todavía lo que acababa de suceder. En medio de sus lágrimas y sus quejidos, Dicky les gritó que no entendían nada. Luego se metió en la cucha y allí siguió llorando y maldiciendo. Por la noche, el Gallo se acercó y lo llamó.
__¿Qué pasa?- preguntó el perro, saliendo de la cucha.
__Nacieron los pollitos- dijo el Gallo-, todos están muy contentos, pero también estamos tristes por lo que pasó a Yelsomina.
--Sin mirarlo, Dicky contestó:
__Nadie tiene la culpa, sólo lo lamento por los pollitos, van a terminar como Yelsomina, o como nosotros, mirando todo sin entender nada.
--Y, dicho esto, volvió a entrar en la cucha.

6


--Dicky estaba seguro de haber escuchado un ruido. Salió de la cucha, y en la oscuridad de la noche, levantó bien sus orejas y contuvo la respiración. Si, ahora estaba otra vez, dentro del gallinero, algo se movía. Dicky dio varios pasos, hasta que la cadena quedó en tensión. De pronto hubo un revoloteo estrepitoso. Dedujo que eran las grandes alas del Gallo. Y enseguida otro, y otro. Y un chillido salvaje que lo hizo dar un paso atrás. ¡Los pollitos ¡ pensó, y ahora se escuchaba otra vez el batir de las alas del Gallo en la oscuridad, y de nuevo el chillido. El Gallo peleaba con las ratas. Dicky sabía que no podría hacer nada, no si las ratas eran muchas y el Gallo estaba solo. Desesperó. Empezó a tirar de la cadena, gimiendo y sintiendo el dolor del collar en su cuello. Finalmente dio tirones desesperados hacia delante, con la lengua afuera, agitado y furioso. Escuchó más chillidos. Más ratas. Y un cloqueo de desesperación y angustia. Tiró con más fuerza y quedó parado sobre sus patas traseras, tieso, impotente. No se escuchaban más las alas del Gallo, y ahora presentía un infinito corretear de patitas diminutas hacia el nidal de los pollitos. Cuando sintió que su collar se desabrochaba en un último tirón, Dicky salió disparado y entró al gallinero por la puerta trampa, y, en las penumbras cerradas del lugar, soltando baba por su boca abierta, corrió hacia el nidal. Ya las ratas lo habían visto y escapaban. Al claro que dejaba el tupido ramaje de los paraísos, Dicky vio el nidal y el Gallo a un costado, sobre el suelo. Intentando abrir la puerta del nidal con el hocico estaba una rata enorme. Cuando Dicky gruño, la rata viró y lo enfrentó.
__Perro imbécil-le dijo- no podés pelear con un líder.
__Dejá esa puerta- gruño Dicky. Dicky vió que la rata era quizá tan larga como el Gallo. Tenía largos y filosos dientes amarillos, y sus ojos eran rojos, agudos y brillantes. Se dejó sorprender. La rata atacó primero y lo mordió varias veces en la garganta. Dicky se revolcó en el suelo, rugiendo de rabia y en un sacudón, envió a la rata contra un costado, estrellándola contra la pared. Inmediatamente el líder volvió a enfrentarlo, y mientras Dicky buscaba de ofrecerle su ángulo de frente, la rata volvió a sorprenderlo, saltando hacia él pero sin elevarse, clavando sus dientes en el cuello y desgarrándolo con saña. Enloquecido de dolor Dicky volvió a girar en el suelo, y esta vez dio tal sacudón que tanto la rata como él se estrellaron contra la pared. Dicky quedó atontado. Al intentar abrir los ojos, vio que la rata venía hacia él y de improviso el Gallo saltaba desde atrás y caía sobre ella. Mientras Dicky lograba ponerse de pie, con angustia vio que la rata se deshacía del Gallo herido y volvía a morderlo en el cuello. El Gallo volvió a quedar en el suelo y el líder enfrentó al perro. Dicky sintió pánico de aquellos dientes ensangrentados, de aquellos ojos inyectados de muerte. Su muerte. Sintió algo que recorrió toda su piel, y sin pensarlo, encogió sus patas y rugió como nunca antes lo había hecho. Notó que el rostro del líder se transformaba, había temor en ese rostro, quizá porque su propio rostro había cambiado. La rata saltó y Dicky la tomó en el aire apretando sus mandíbulas fuertemente. Escuchó un chillido de furia y se enardeció, moviendo la cabeza de un lado a otro sin soltar la presa. Sintió que su saliva goteaba a cada movimiento, y le dolía el cuello a cada sacudón, hasta que las cuatro patas de la rata, que se habían clavado en su cabeza, se aflojaron. Soltó al líder con un último sacudón. La rata se deslizó un poco por el piso y quedó inmóvil. Agitado por el ardor del combate, Dicky saltó sobre ella y la remató.
--Solo cuando el Gallo reaccionó Dicky se tranquilizó.
__Estás muy lastimado- le dijo.
__Vos también-dijo el Gallo, y miró el cuerpo de la rata-. Ahora no tienen líder. Esta noche pelearán por elegir otro.
--Las gallinas y los gallitos se acercaron.
__Atiéndanlo-Dijo Dicky, por el Gallo- yo voy a sacar a esa rata de acá.


7

--Dicky despertó cuando una mano lo acariciaba. Era el amo. El amo lo acariciaba y lo felicitaba por su presa, por haber cazado esa rata tan grande que estaba tirada junto a la cucha. Dicky notó que tampoco estaba ya atado a la cadena. El amo tenía la cadena en su mano, y con la otra lo acariciaba, y le decía que finalmente había demostrado ser un buen perro. El amo se retiró y Dicky siguió durmiendo un poco más. Soñó con Pachi, la plaza, el sol y las mariposas que tanto hacía no perseguía. Después soñó con la pelea de la noche anterior, y los dientes brillantes del líder, y la desesperación de la muerte inmediata, la fuerza, el miedo. Volvió a despertar, bastante agitado en el momento en que su amo dejaba frente a él un plato lleno de huesos. Los restos del almuerzo. Los restos de Yelsomina. Dicky quedó mirándolos, paralizado, sorprendido, lleno de horror. Escuchó un crujido junto al gallinero y vió a su amo que encendía una fogata donde arrojaba las basuras que había en el fondo de la casa. Además de palos, tachos, cajas y otros desperdicios, el amo, tomó el cuerpo del líder por la cola y lo arrojó en la hoguera. En ese momento Dicky se irguió sobre sus cuatro patas y estuvo mirando el fuego durante largo rato. Tomó—o le pareció tomar entonces—conciencia real de que había sucedido; de lo que había vivido en la noche pasada: Había matado. Había dado muerte a otro animal. En ese instante recordó la sensación de pánico que le produjo la inminencia de su propia muerte, durante el combate, al ver los dientes del líder brillar en la noche, y sintió un escalofrío al darse cuenta, que el mismo había provocado lo que tanto temió en ese momento. Había peleado por primera vez, y por primera vez había ganado, y ganar significaba matar, quitar vida a lo que amenazaba su propia vida. Sintió placer por esto—ya que su instinto de defensa se había manifestado—pero en su interior lo quemaba un reclamo; y ese reclamo era lo que ardía en el fuego mientras él miraba: El líder. El líder que, cómo él, vivía la vida que tenía que vivir; vida que latía por si sola, sin justificarse en nada, sólo era que ambas vidas se habían cruzado, y, por una razón que Dicky no encontraba, solo una de aquellas vidas pudo quedar viva. La suya. Y ahora escuchaba el crujir del fuego y entendía que nunca había odiado a la rata, y a través de ese entendimiento sintió que la rata tampoco lo había odiado; “Perro imbécil, no podés pelear con un líder”, y esas palabras que antes escuchara en el fragor del combate, ahora caían en su alma con todo un peso inesperado y nuevo; no podía pelear con la rata y había peleado, y había ganado; era cierto que estaba muy resentido con el líder pues había desterrado a Llamilo luego de arrancarle su cola, pero, ese resentimiento estuvo ausente en el momento de vencer al líder;-- en el momento de vencer al líder—solo prevaleció un deseo: Matarlo. Matarlo porque tenía que matarlo. Y esa explicación no calmaba su ánimo. No pacificaba su alma. ¿Por qué tuvo que matar a quien no odiaba ni lo odiaba? Entoces amó a la rata. Amó sus desplazamientos en el combate y su soltura en el salto, su armonía de agilidad y fuerza, y, al amar en la rata las cualidades esenciales de la rata, pudo reconocer sus propias cualidades de perro, sus desplazamientos y saltos, sus músculos, su cuerpo propio y exclusivo. Un cuerpo vivo y en combate, tan vivo y en combate como el de la rata. Revivió la escena mentalmente y quedó fascinado.
--Entonces bajó los ojos y encontró el plato con los huesos de Yelsomina. A través de un conjunto intrincado de sensaciones, supo que tenía hambre y furia. Volcó el plato con el hocico y empujó los huesos hacía el laurel. Bajo el laurel hizo un pequeño pozo y allí enterró los huesos. Le pareció que era el mejor lugar. El lugar donde ella y Llamilo se habían amado.
--Los gallitos se acercaron al alambrado y quisieron hablarle, pero Dicky gruñó y todos volvieron bajo las chapas del gallinero. En ese momento, el amo entraba al lugar y se alegraba de que la gallina hubiese al fin concluido su obra. El amo decía que eran unos pollitos muy buenos y hermosos. Los pollitos gritaban mucho y lloraban. Ignoraban quien los miraba y tocaba. La gallina, molesta y sumisa, dejaba que la mano del hombre se deslizara y contara cuántos pollitos habían nacido.

8

--Esa tarde, el amo lo sacó a pasear por primera vez desde que las ratas llegaron. Vio a Pachi en la plaza y se sintió muy feliz. Pachi estaba hermosa. Dicky le preguntó varias veces si todavía lo quería, y ella le dijo que sí. Mientras sus amos conversaban, Dicky le contó a Pachi todos los sucesos de los últimos días. Necesitaba contarlo. Sin embargo, notó que Pachi escuchaba con atención, pero no lo dejaba progresar en su relato; ella no participaba, no preguntaba nada; solo le pedía que olvidara todas esas cosas feas que no lo dejaban vivir, toda esa historia de Yelsomina y Llamilo, la pelea, los pollitos, el hambre, los golpes, las privaciones, y que ahora pensara que estaban juntos y nada importaba. Era cierto, estaban juntos, pero Dicky necesitaba hablar de esas cosas, recostarse en ella y sentirse protegido por ella. Y ella reía y lo consolaba lamiéndole la cara varias veces y le decía que todo ese dolor que no los dejaba ser felices, que no los dejaba estar juntos. Pachi le dijo que lo amaba, y su dueño se la llevó, luego de dejarlos corretear por la plaza. Y en esto Dicky también se sintió distinto. -----Era como si no quisiera correr. Constantemente pensaba en el momento en que sus amos los separarían, asiendo a sus collares las correas y tirando de ellas en sentidos contrarios.
--Volvió con el amo a la casa, muy triste. Sin saber el porqué de su tristeza. El amo le quitó el collar y lo soltó en el parque. Había muchas mariposas. Y muchos gorriones saltaban volando de árbol en árbol. Dicky miró su cola. Su cola quieta, inmóvil. Nada de aquello era lo de antes. Caminó hacía la cucha. No entró en ella. Se durmió junto al laurel. Soñó con los gorriones, las mariposas, el líder.

9

--Fue al caer el sol de ese día que Llamilo volvió.
--Dicky lo vió saltar el tapial del vecino, con alguna dificultad, caer en el terreno del fondo y caminar hacía la cucha. Antes de que Llamilo llagara junto a él, Dicky ya estaba llorando. Llamilo se detuvo y observó las lágrimas del perro. En sus ojos de rata había una luz fatídica, un resplandor de cruel entendimiento. Sólo preguntó:
__ ¿Y Yelsomina, dónde está?
--Y fue él quien tuvo que contarle todo. Le contó la muerte de ella y la del líder. Sin querer—y sabiendo que a Llamilo no le interesaba—le contó también de Pachi, pues necesitaba contarlo. Y era Llamilo quien podía entenderlo. Dicky sabía que únicamente Llamilo podría compartir con él esas historias que, ahora, se dejaba recostar en el suelo y dejaba ver en su abdomen una profunda herida. Dicky desesperó. Le preguntó que podía hacer por él. Llamilo miró hacia el lugar donde estaban enterrados los restos de Yelsomina. Llorando, le contó al Dicky sus correrías de aquellos tiempos de destierro. El hambre. La imposibilidad de movilizarse bien debido a la falta de su cola. La caída desde el techo de un galpón sobre unas latas muy oxidadas y duras. El dolor y la impotencia. Caía el sol, y Llamilo dijo que tenía frío. Se levantaba un poco de viento. Dicky lo tomó con la boca y lo introdujo en la cucha. Le preguntó si quería comer algo. Llamilo dijo que no. Quedaron ambos en silencio y se hizo de noche.
--Ya sólo había sombras cerradas en el lugar, cuando Llamilo, con respiración entrecortada, explicó:
__Hoy supe que me moría. Entonces vi que nada podía impedir que volviera. Pensaba pelear con el líder si era necesario, ahora es inútil. Sólo quería volver e verla. Volver a besarla. Volver a sentirla, antes de morir, ya que mi herida así lo indica, entendí que lo mejor era hacer lo que mi corazón pedía.
--Dicky notó que le resultaba difícil hablar. Por instinto, lamió la herida de la rata, y lo acercó a su cuerpo moviendo suavemente el hocico.
__Supe algo que ignoré siempre__continuó Llamilo__; supe que mi vida no era vida sin ella, aun que los de mi raza me despreciaran, sin ella mi vida no era vida, y si había que morir, me dije: volvé y ámala. Porque entonces vi que la vida y amor verdaderos tienen sentido auténtico cuando te los niegan. El amor verdadero es verdadero cuando alguien o algo te lo niega. Cierto!!!
--Aun que sin fuerzas, Llamilo empezó a llorar.
__Dicky__ dijo__ ¿ sabes algo?, Yelsomina siempre me decía que no se explicaba porqué tenía alas si no podía volar, volar y saltar ese alambrado de gallinero volar y ser libre, volar y poder irse contigo.
__Decíme Dicky, ¿porqué las gallinas tienen alas si no pueden volar?, ¿porqué una rata y una gallina se enamoran si no pueden amarse?
--Quién responde. Tal vez un loco, pensó Dicky.
__No sé__respondió el perro llorando.
--Llamilo tuvo algunas convulsiones y cerró lo ojos. Luego se quedó dormido, muy junto al Dicky y acurrucado. Dicky estuvo lamiendo la herida de la rata, hasta que el mismo se durmió.
--La noche era completa, oscura y callada.

10

--Cuando despertó, Dicky supo que lo llamaban, fue lo primero que supo; lo segundo fue reconocer algo muy frío junto a su piel: era Llamilo. Llamilo quieto y frío y para siempre dormido. Dicky estuvo lamiendo el cuerpo de su amigo un largo rato, mientras lloraba y escuchaba que desde afuera el Gallo lo llamaba.
--Al salir de su cucha vio al Gallo junto a una rata. La rata dijo:
__Soy Berto. Soy el nuevo líder. El amigo de Llamilo.
--Sin ocultar su llanto,__ Dicky les contó que Llamilo estaba dentro de su cucha, muerto.
--A Berto se le llenaron los ojos de lágrimas. Pidió a Dicky que le contara, y Dicky le contó.
--Sobreponiéndose a su tristeza, Berto dijo:

__Nos vamos de este lugar; ya hay mucha tristeza y muerte aquí, como para que nadie pueda seguir viviendo como tiene que vivir, las gallinas ya lo saben.
--Entonces el Gallo dijo:
__Berto vino a verme y me explicó: se van ahora mismo. Ya no hay guerra a muerte entre las gallinas y las ratas, por lo menos hasta que vengan otras ratas. Berto no quiere que su gente muera aquí.
__No quiero que nadie muera como murió Llamilo, __dijo Berto.
__Murió a mi lado__agregó Dicky.
__No__corrigió Berto, murió antes, murió cuando el antiguo líder lo desterró y lo inutilizó, cuando lo condenó a la soledad, las ratas no podemos vivir solas. En realidad, nadie puede vivir solo. Lo mejor que le pudo ocurrir a Llamilo desde su destierro, fue morir al lado de su amigo. Yo sé como vos los ayudaste a él y a Yelsomina. Pero, más no podemos hacer nosotros en este mundo de hombres.
--Dicky quedó pensativo. De pronto se vio cavando en el lugar donde enterrara los huesos de Yelsomina; el Gallo y Berto lo ayudaban. Berto y el Gallo lo ayudaron a colocar en la fosa el cuerpo de Llamilo. Dicky, Berto y el Gallo taparon con tierra el pozo, cuidadosamente.
--Luego, sobreponiéndose a su llanto, que ya era incontenible, Berto se despidió, diciendo:
__Llegamos aquí sin desear nada de esto, y nos vamos sin saber cómo hacer para olvidarlo. Era mi único amigo, y está muerto.
--Entonces giró y entró al gallinero y luego se metió en uno de los agujeros que comunicaban con las galerías subterráneas.
--Antes de despedirse, el Gallo dijo:
__A pesar de haber arriesgado mi vida como la arriesgué anoche por los pollitos, no estoy contento. Es la primera vez que nacen pollitos en el gallinero y estoy triste.__¿Qué descubrió el Gallo?.
--Y así entró al gallinero y caminó hacia los nidos donde las gallinas picoteaban en el suelo.
--Dicky entró en la cucha y cerró los ojos. Se durmió. No tuvo sueños que recordar. ¿No quiso recordar?.

11

Esa tarde Dicky dormitaba al sol, sin pensar y con la mirada extraviada en las ramas de los altos paraísos. Sintió que la puerta del fondo se abría y miró. El hombre venía hacia él, sonriente, con la cadena y el collar de paseo en las manos. Sin levantarse, arrastrándose hacia atrás con desesperación, Dicky gruño y le mostró los dientes. El hombre se detuvo, sorprendido. Al ver que se detenía, el Dicky se puso de pie y gruñó más fuerte. Ahora enojado, el amo lo amenazó y le preguntó, por qué le gruñía. Cuando el hombre dio un paso hacia él, Dicky encorvó el lomo y abrió más sus patas, dispuesto a saltar si las distancias se achicaban. Aún así el hombre llegó frente a él y movió la mano con el collar. La reacción de Dicky fue instintiva, impulsada por un látigo interior de rebeldía y furia, la boca mordió la mano del hombre y el collar cayó, el hombre dio un grito; Dicky soltó y giró en torno a el como si girase en torno al líder de las ratas. El amo trató de patearlo dos veces, pero Dicky esquivaba y pasaba por debajo de sus piernas en el momento justo. Entonces el amo entró en la casa y volvió a salir, enfurecido, con un grueso palo y la cara muy cambiada; le dijo que lo iba a matar, que era un perro loco, al verlo venir con el palo levantado, Dicky sintió que iba a morir y saltó al cuello del hombre. Hubo un chasquido en todo su cuerpo y por un instante perdió la vista y supo que estaba en el suelo, y, al abrir los ojos vio que el amo se disponía a descargar otro golpe sobre él. Dicky corrió hacia el gallinero y entró por la puerta trampa. Se escondió bajo las chapas y los nidales. Temblando de dolor y furia. El hombre estaba en el gallinero y buscaba de pasar bajo las chapas para seguir pegándole.
--De improviso, todas las gallinas se agitaron y empezaron a saltar de un lado a otro en el reducido espacio donde el hombre pretendía entrar. El amo maldijo muchas veces y les pedía que se callaran y no podía pasar en medio de ese muro vivo de plumas, patas y alas que constantemente iban de un lado hacia el otro y volvían a saltar y a molestarlo.
--Finalmente el hombre se tranquilizó y desistió de entrar en los nidales. Insultó a Dicky, amenazándolo, le dijo que lo iba a matar, y salió del gallinero.
--El Gallo se acercó al Dicky y le preguntó cómo se sentía. Dicky miraba ahora su muslo trasero; tenía un fuerte dolor allí donde el palo había golpeado. No podía mover bien esa pata. El Gallo le dijo que se quedara quieto y se le pasaría. Dicky les agradeció la ayuda. Se sentía muy cansado. Muy dolorido. Estuvo durmiendo de a ratos, hasta que llegó la noche y en el arrullo de las gallinas, el piar de los pollitos y la frescura del lugar a oscuras, pudo dormir profundamente. Y soñó con luces imprecisas sobre grandes extensiones y lugares que jamás había visto. Y Llamilo sonriente que le enseñaba a caminar sobre los tirantes y los tapiales de otras casas.

12

__¿Qué hacés levantado?__ le preguntó el Gallo.
--Dicky estaba sentado al claro que dejaban las ramas de los árboles, en mitad del gallinero. Se volvió y miró a su amigo.
__Me voy, Gallo, antes de que salga el sol. Me voy.
--El Gallo no dijo nada, bajó los ojos y rascó un poco el suelo con su pata.
__Es cierto, si te quedás, el amo mañana te mata.
__Los hombres son malvados__dijo Dicky__, me han hecho pasar hambre, me han golpeado, me hicieron matar, mataron a mis amigos..
__Es el único hombre que conocés; no todos los hombres son así.
__ ¿Estás seguro?, si los hombres son capaces de hacer cositos colorados para matar ratas, ¿ no son capaces también de hacer lo mismo entre ellos?
__Eso no lo sé__contestó el Gallo.
--Y luego preguntó:
__¿Te duele la pata?
__Me molesta mucho, pero puedo andar.
--Hubo silencio. Un silencio de despedida. El Gallo no dijo nada.
__Chau, Gallo; deseo que tengan suerte.
__Chau, Dicky; espero que vos también; cuídate.
__Sós un Gallo valiente.
__Sólo soy un Gallo, un gallo valiente de gallinero.
--Dicky salió por la puerta trampa y caminó hacia el parque de la casa. Allí buscó en el cerco de ligustrina que daba a la calle, un lugar donde cavar por debajo del alambrado. A medida que rascaba en la tierra iba adquiriendo una fuerza inesperada y justa. Pronto pudo pasar la cabeza por debajo del alambre, y cuando hubo cavado un poco más hondo, el lomo y finalmente todo el cuerpo. Cuando estuvo en la calle, le pareció increíble que aquello hubiese sido tan fácil. Podría haber hecho eso mucho antes. ¿Por qué no lo había intentado antes? No tuvo tiempo de responderse. Estaba caminando hacia la casa de Pachi.
--Llegó junto al cerco de madera y la llamó. Llamó varias veces hasta que ella vino, sorprendida, recién despierta, hermosa.
--Dicky le contó toda la historia. Lloró. Le dijo que la amaba. Que era muy fácil para ella saltar sobre el pilar y luego pasar sobre las maderas. Que se fueran juntos. Y entonces Dicky notó en ella un cambio general. Algo que detuvo su propio corazón y lo hizo callar. Se miraron en silencio, hasta que Pachi retiró la mirada, y dijo:
__Yo no me voy, Dicky. Te quiero mucho, pero no quiero vivir como los perros vagabundos. No quiero que mis hijos se críen en la calle, que nazcan en la calle, desprotegidos, hambrientos, sucios, salvajes. Eso es horrible.
__Tenés razón –dijo él-: Es menos horrible que nazcan en una veterinaria, como nacimos nosotros, y se críen allí hasta que venga un hombre y se los lleve. ¿Vos recordás a tu mamá?
--Pachi no contestó.
__Yo tampoco sé como era mi mamá. No me acuerdo. Lo único que recuerdo es lo que viví en esa casa. Yo no quiero que mis hijos vivan así. Quiero ser libre y morir en una vía.. Quiero ser libre y que nadie jamás me ponga un collar al cuello.
--Volvieron a quedar callados.
__Te quiero, Dicky, pero no me pidas que abandone esto. Me moriría.
__Yo ya estoy muerto, Pachi, por eso me voy, quiero salvarme y salvarte. Te quiero y te pido que estemos juntos.
--Pachi se puso furiosa, dijo que todo era culpa de esas ratas y esa gallina imbécil que se había enamorado de Llamilo. Indignado, Dicky la interrumpió:
__No es culpa de nadie; el amor no es una culpa, la única culpa que puede traer el amor es ignorarlo.
__Así y todo –concluyó Pachi- yo me quedo.
--Aunque estaba lleno de dolor por lo que escuchaba, Dicky sentía que las cosas así eran como tenían que ser. Y en medio de su desesperación, antes de irse dijo:
__Y está bien: Sós tan libre que hasta podés elegir no serlo.
--Dicky no volvió a mirar hacia atrás- Corrió por las calles todavía en sombras, cruzó la plaza, llegó a las vías y corrió hacia los puentes y los baldíos lejanos. Y a medida que corría sentía el dolor de su pata trasera que iba transformándose en un ahogo que le llenaba el pecho y se revolvía dentro de él. Hasta que esa sensación se transformó, mientras corría, en un ladrido distinto y profundo. Era un aullido casi. Una expresión que le erizaba los pelos de todo el cuerpo y le hacía abrir mucho los ojos y ver que el cielo empezaba a clarear. Y después del aullido vino el sol completo y amarillo y el nuevo día que lo encontró al sol, descansando y con la lengua afuera.
13

En los primeros días Dicky no se atrevió a acercarse a los grupos de perros que vagaban por las vías. Aprendió a robar comida y a esconderse. La suerte –buena o mala- quiso que en el primer grupo de perros al que se acercó encontrara una perrita de la que se enamoró enseguida y por la que tuvo que pelearse con el jefe de aquellos perros vagabundos. El perro lo enfrentó francamente y Dicky peleó ofreciendo su costado en un giro y abruptamente en otro hasta dar el salto y la mordida, como el líder había hecho con él aquella noche en el gallinero. El otro perro se dio por vencido y abandonó el grupo a la carrera. La perra se llamaba Yuti. Se quisieron mucho y tuvieron muchos perritos, todos ellos negros y blancos, a excepción de uno solo que heredó el pelaje color café con leche del Dicky. A éste le pusieron Llamilo y Yelsomina a la única perrita del grupo de hermanos.
--Como jefe del grupo, Dicky cambiaba de lugar muy frecuentemente.
--Recorrieron muchos terrenos, muchas arboledas y muchos barrios. A todos sus hijos les contó la historia de la rata y la gallinita. Y les enseñó a aullar cuando llegara el amanecer, porque era su homenaje a la libertad y al recuerdo de Llamilo y Yelsomina. Con el tiempo, una desgracia privó a Dicky de su compañera. La jauría escapaba esa tarde de la perrera. Yuti se retrasó pues llevaba a uno de sus nuevos hijitos en la boca y se le había caído y regresó sobre sus pasos para buscarlo. Se la llevaron, a ella y al cachorro. Dicky quedó muy triste y desesperado. Sólo consiguió volver a sonreír cuando vió a sus nietos jugar en los campos, ladrándole a los gorriones insolentes, persiguiendo mariposas, intentando morderse sus propias colas y quedando luego exhaustos, con la lengüita afuera. Entonces le dijo a su hijo Llamilo que le enseñara a sus propios hijos el aullido del amanecer. Y Yelsomina hizo lo propio con sus cachorros. Yelsomina también se fue una noche, con su compañero que prefería tomar otros rumbos y conocer otros lugares.
--Una vez apareció un perro enorme y agresivo. En ese entonces Llamilo era el jefe del grupo y Dicky sólo le indicaba adónde podían ir o quedarse. El intruso desafió a Llamilo por el liderazgo. Pelearon y Llamilo cayó al suelo muy lastimado. El nuevo perro gritó su victoria y ninguno de los otros dijo nada. Entonces Dicky dejó a sus nietos y a sus bisnietos y se paró frente a él. El perro le gruñó, desafiándolo, y Dicky le dijo:
__Perro imbécil, no podés pelear con un viejo.
--En el momento en que el otro avanzó, Dicky supo que su técnica anterior no le serviría. Ya su cuerpo no respondería a tanto grito y saltó sin desfallecer. Enfrentó al intruso como nunca lo había hecho. Ambos de pie sobre sus patas traseras, formaban un triángulo de furia, confusión y muerte. Dicky mordió el cuello, como el líder le había enseñado, y, en el tirón, sintió que el otro aflojaba y que él caía. Cuando se levantaron y se miraron, Dicky encorvó su cuerpo y mostró sus dientes manchados con sangre. El intruso dio media vuelta y huyó por el campo.
Dicky se dejó caer y empezó a lamer su pata trasera. Cuando Llamilo, ya recuperado, se acercó, Dicky le dijo:
__Es la vieja herida del hombre, que al fin me traicionó y al hacer el esfuerzo se partió. No volveré a caminar. El otro no se dio cuenta, por suerte, pero era demasiado joven para darse cuenta, y yo demasiado viejo como para no saber que no sabría darse cuenta.
--A pesar del llanto de sus nietos y bisnietos, y el de su propio hijo, Dicky les ordenó que siguieran camino. El ahora no servía y la jauría no podía cuidarlo. Ahora lo cuidaría la noche, el sol. Hasta que pasara algún hombre y lo rematara. Finalmente, Llamilo indicó a los perros que fueran yendo, y él fue el último en despedirse de su padre.
__No olviden el amanecer –dijo Dicky.
--Los vio perderse entre los pastizales, y volver a aparecer, puntitos muy lejanos, allá donde el sol moría.
--Se arrastró por el suelo y entre los pastos hasta el borde de una vía. Allí tendió su cuerpo viejo y escuchó los rumores de la noche inminente. Noche del lugar. Su noche. Un sonido conocido lo sorprendió cuando ya oscurecía. Un corretear miedoso, indeciso, expectante. Eran las ratas del lugar. Sonrió. Ellas esperaban que la vida se retirara de él. Luego vendrían. Entendió que eso también era una ley de la libertad y se sintió muy agradecido. Sintió que él mismo era ley de libertad. Supo que su vida misma había sido esa ley y lágrimas de emoción llenaron sus ojos.
__Un momento más –susurró, mirando hacia la oscuridad del campo-; un momento más, amigas mías, y seremos libres y vendrán a mí y yo me iré con los que tanto he amado. Un momento más, amigas mías...
--Y fue noche cerrada y perfumada de campo y silencio.
--Y en las noches que terminan, en los claros luminosos del amanecer anunciado, se escucha en los campos un grito profundo, lejano y eterno.


Sergio Andrés Schiavini
Lomas de Zamora
Sábado 12, Domingo 13, Viernes 25 y Sábado 26 de octubre de 1985.

Dicky era el perro de mi madre, ya estaba en la casa vieja, cuando yo nací, y también cuando llegó mi hermano; el existió, el gallinero, el laurel, el parque y el fondo también, pero Dicky tuvo una buena y hermosa vida y fue querido por todos, solo quise escribir una historia increíble, donde él fuera el protagonista, éste cuento está dedicado a ese perro fiel que alegró mi niñez, y a Yelsomina, una ratita blanca que con sus ojos y cola colorada, también fue nuestra mascota, y nos acompañó en nuestra adolescencia. Y a todos los gatos y animales que supimos tener.
A ellos con cariño. Sergio




Sergio Andrés Schiavini, nació en Témperley el 18 de Abril de 1959, vino al mundo en una casa vieja y amorosa, como dice èl en sus poemas, allí aprendió a querer a los animales que su madre tenía, luego viajaron al exterior, he hizo su primaria, junto a su hermano en el Colegio Antonio Raimondi de Lima-Perú-durante varios años volvía a esa vieja casa a jugar con Dicky y los demás animales que quedaron allí, cuando regresaron al país comenzó su secundaría en el Colegio Manuel Belgrano de Témperley, adonde entró su hermano también, se recibieron los dos, Sergio estudió Literatura en la Universidad Católica, pero abandonó la carrera, porqué según él, ya sabía todo lo que le enseñaban, se recibió de Perito agrónomo en la Universidad de Lomas de Zamora, fue preceptor y profesor en la escuela granja San José de San Vicente, cuando se casó en la Confitería Dalí, decidieron irse a vivir a Trelew, allí compró un terreno en el pueblito galés de Gaiman, había comenzado a hacerse su casa, donde pensaba vivir , escribiendo, rodeado de perros, gatos, caballos, gallinas y demás animales y también tener su propia huerta. Desgraciadamente una cruel enfermedad se le manifestó y tuvo que viajar a Buenos Aires para tratarse en el Hospital de Clínicas. La artritis reumatoídea deformante, ya le había atacado pies y manos y solo tenía 30 años. Comenzó su tratamiento y sufrió mucho al igual que sus seres queridos. Se separó de su esposa y volvió a la casa paterna, el 29 de Mayo de 1991, en la Confitería “DALI”, lugar muy querido por él, fue asesinado cuando quedó en medio de un tiroteo entre policías y ladrones, ni los unos, ni los otros respetaron su derecho a la vida. Los delincuentes lo tomaron como rehén y lo usaron como escudo humano y los policías, casi 40 efectivos, los mismos que debían cuidarlo, lo mataron. Y no pudo cumplir su sueño. Cuando lo asesinaron tenía 32 años Su madre viene luchando desde ese momento para llegar a la verdad y la justicia que no obtuvo en este país. El caso fue declarado admisible en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en Washington. Y el Estado Argentino aceptó la responsabilidad del hecho.
COFAVI “Comisión de Familiares de Víctimas Indefensas de la Violencia Social”-policial judicial e institucional, Organización fundada por su madre y otras 3 personas lleva adelante una penosa tarea para evitar que sigan matando a niños, adolescentes y jóvenes inocentes en democracia. Ni los unos, ni los otros han dejado de hacerlo. Sergio fue el primer rehén asesinado en democracia y el primer caso que tuvo repercusión nacional e internacional debido a la tenacidad y fortaleza de su madre y a la ayuda que su hermano realiza para que ésta pueda seguir adelante con este trabajo voluntario. Su hermano es Dr. en Biología Marina, es un científico renombrado y también vive lejos, aunque están juntos en el dolor.


Para contactarse con su madre, María Teresa Schnack de Schiavini
—tel 4704-9036--celular1565367574
Emails part- teteiva@fibertel.com.ar
Emails Organización: cofavi@derechos.org
Página web: www.cofavi.org.ar
Páginas donde se encuentra el trabajo de Sergio:
http://www.sergioschiavini,org.ar/
http://www.writers-for-peace.it/ de Italia.
al entrar ir a casos o cases y a letters y buscar el nombre de su mamá.
http://www.temperleyweb.com.ar/
al entrar ir a galería de arte y buscar poesías y su nombre.

CREPÚSCULOS

miércoles, 2 de julio de 2008


Crepúsculos
crepúsculos y otras palabras
finales, necesarias y lentas
sólo para decir
palabras en todo lo que termina y no entendemos.
Crepúsculos, sonoros o callados, pero siempre en el fin
de lo que ya no es, de lo que es preciso nombrar
anunciando que los gestos, los amores, los rostros no se van.
Y es inútil
retener lo que ha cesado, lo que sólo nos duele
por innombrable tragedia, por demasiados y profundos
crepúsculos
sin algunas palabras
que nos atrevan
en la intemperie última
hacia los funerales de la noche.

SERGIO ANDRES SCHIAVINI
De su libro: “ NOCHE DESCIFRADA”

HAN INAUGURADO LA LLANURA DONDE LOS HIJOS YACEN SEPULTADOS


HAY UN PULSO TRUNCO,

UN HIJO QUE PUDO ENSEÑARME EL ESPESORMAS TIERNO DE LAS HIERBAS.

ALLÍ DONDE EL PASTO Y LA TIERRA INTERCAMBIARON SUS VIDAS,

UNA HORMIGA LLEVA SU PRECIOSA CARGA

SOBRE LA TUMBA DE QUIEN TANTO HEMOS AMADO.

ALLÍ DONDE HUBO GRITOS Y LUZ Y UNA LEJANA SIESTA,

EN LAS VOCES QUE SE HAN IDO Y VUELVEN LENTAMENTE EXISTO.

ESTA FORMA EXACTA DE LA DESESPERACIÓN LA FÉ.

ME REGRESARÁ DONDE HOY LOS ABANDONOS CANTAN MI NOMBRE.

PORQUE NOS PERTENECIÓ SOÑAR Y NO NOS PERTENECIERON LOS SUEÑOS.

PORQUE NO HAY ADIÓS CUANDO SE ES EL LUGAR,

FUERA DE MÍ HAY OSCURIDAD SUEÑO MALSANO DONDE SE APAGAN LOS NIÑOS

Y ESCALOFRÍOS EN LA PIEL VENCIDA DONDE MARCA PROFUNDO EL ODIO

Y SU ABUNDANCIA.

LA CASA ES UNA TRISTEZA QUE INSISTE Y NO SE DESMORONA.

AQUÍ EL DÍA ESTÁ ESPERANDO FLORECEN FLORES DE PÉTALOSNEGROS, SOLLOZANTES PÉTALOS CON CICATRICES RECIÉN CICATRIZADAS,

ESTAS MANOS VUELVEN COLMADAS DE AUSENCIAS Y FERVOR DE CERCANÍAS,

A UNGIR UNA HERIDA Y RECIBIR EL LLANTO.

HOY UNA FLOR NACERÁ EN MI TIERRA MUERTA, Y EN ELLA VOLVERÉ,

CON UN DIAMANTE EN EL CORAZÓN Y UN CHUPETÍN ENGARZADO EN LA RESURRECCIÓN DE LA PALMA DE MI MANO.

INMENSA ES LA LLANURA DONDE INSISTE LA MEMORIA,

DERRAMADAS, LAS ESTRELLAS CONVOCARÁN OTROS INSOMNIOS Y TODO SERÁ SUEÑO.

HABRÁ OTRA HISTORIA OTRO ENCUENTRO.

AL CAER LA NOCHE ME RODEA LA FRAGANCIA DE QUIENES HE AMADO TANTO.(LA SOMBRA INQUIETA DE MIS PADRES, QUEDA PRISIONERA)


SERGIO ANDRÉS SCHIAVINI SCHNACK- POETA ASESINADO EL 29 DE MAYO DE 1991EDICIONES FILOFALSÍA 1990—HECHO EL DEPÓSITO QUE MARCA LA LEY 11.723DERECHOS DE AUTOR—I.S.B.N. 950-713-020-3E-MAIL: teteiva@arnet.com.ar de María Teresa Schnack , su mamá.

El porqué de la mariposa


Yo, que nací para morir,viviré.
Hasta que el mundo de los hombres y el de los animales, vuelvan a unirse.
Yo viviré.

Leyenda Inuit.
En la mayoría de los libros de Filosofía o Metafísica, la Mariposa es el símbolo de la vida, ellas dejan su capullo y convertidas en hermosas criaturas, vuelan hacia la muerte, ya que viven muy poco, algunas sólo 24 horas , es por eso que elgimos este símbolo, para nuestra organización, porque nuestros hijos, al igual que ellas, también dejaron sus cuerpos en esta tierra, sus vidas fueron muy cortas, y volaron hacia la muerte, o quizás hacia la vida eterna. ¿ Quién lo sabe?Es por eso que el cielo es tan azul, durante millones de años, muchas mariposas fueron muertas y muchos hijos asesinados, y allá en el espacio exterior que rodea a nuestro planeta, todos ellos vuelan en completa libertad, sabiendo que nadie podrá dañarlos. Y el cielo que vemos, donde hijos y mariposas se confunden en un baile celestial, se refleja en las azules aguas de nuestros océanos y lagos, lugares donde vuelve a comenzar la vida, ya que el agua es el elemento fundamental para que esto suceda.Es por eso que te digo a vos, que sos coleccionista de mariposas: no las mates, no las pinches en frios cuadros que muestran su hermosura, deja que vivan su corta vida, ellas morirán pronto, y nuestros ojos no podrán disfrutar su suave vuelo y sus colores maravillosos.Es por eso que te digo a vos; coleccionista de vidas y de almas: ¿ Podrás mirar a los ojos de tus hijos, sin ver la sangre de los nuestros ?Deja de matar, no nos robes a nuestros hijos, ellos quieren vivir, y nosotros queremos ver su vuelo, que al igual que el de las mariposas, debe durar lo que dura una vida.Y cuando nos toque partir, seremos los eternos guardianes de " nuestras mariposas azules ", entre los cuáles, Uds. , no estarán, ya que jamás podrán entrar a " ese jardín de eterna primavera " (Machado ), porque sus almas son impuras, y sus manos no supieron respetar el Derecho a La vida, de las unas y los otros.A nuestras mariposas azules, a todos nuestros hijos, que partieron antes de lo debido.

María Teresa Schnack

¿QUE HACE COFAVI?

Recibe denuncias sobre violencia policial y social. Interviene, investiga y difunde hechos y situaciones donde exista violencia física o moral de hechos cometidos por abuso o incumplimiento de los deberes de funcionarios público, contra personas inocentes e indefensas, como así también cualquier tipo de abuso contra los derechos humanos.
Atiende, asiste y colabora con las víctimas y familiares, procurándoles asistencia legal, médica y psicológica, personal o grupal. Colabora con las autoridades judiciales e institucionales, brindándoles información que les ayude a esclarecer los hechos de violencia contra personas indefensas o contra los derechos fundamentales.
Peticiona a las autoridades, solicitando informes, sugiriendo medidas o presentando proyectos ante el Congreso, autoridades públicas, Juzgados, Hospitales, entidades privadas, sean todas estas de carácter nacional, provincial y municipal.
Participa y colabora en la investigación y esclarecimiento de hechos de violencia contra personas indefensas que ocurra por abuso o incumplimiento de los deberes de funcionario publico, cuando hayan actuado con dolo, culpa o negligencia.
Difunde por los medios de comunicación los hechos de violencia y toda otra situación relacionada con abusos contra los derechos y garantías constitucionales.
Posee un archivo y biblioteca con los casos de violencia social, judicial e institucional de carácter público y abierto a la comunidad.
Integra el Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño desde 1993, habiendo participado en la elaboración de los informes que conjuntamente con otras organizaciones no gubernamentales se han enviado a la O.N.U.
Realiza campañas de difusión y concientización de los derechos civiles de los ciudadanos y habitantes en escuelas, entidades intermedias o en la vía pública.
Presenta informes y denuncias internacionales ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la O.E.A. y las Naciones Unidas.
COFAVI fue premiada por un Senador Nacional con un reconocimiento especial a la trayectoria y prestigio de las mujeres de esta organización. Su Presidenta, María Teresa Schnack de Schiavini fue elegida para recibir el premio como mujer destacada del país el 7 de mayo de 1996.
COFAVI recibió el premio "Bigote de Plata" en reconocimiento a su actividad en defensa de los derechos del niño y los adolescentes, la vida, la justicia, el amor, la paz, la no violencia y la solidaridad, otorgado por el Centro de Estudios Alfredo Palacios el 19 de junio de 1996.
COFAVI integra la Coalición de Organizaciones No Gubernamentales para la Corte Penal nternacional.
COFAVI trabaja junto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en diversos casos de violaciones a los derechos humanos en la Argentina.

LOS GRITOS Y SILENCIOS DEL ALMA

Y el silencio se instaló en nuestras vidas, entró en nuestras casas, en nuestros corazones y en nuestras almas, a veces convertido en llanto, otras en alarido, y nunca más amaneció.Jamás volvimos a escuchar sus voces, sus camas están vacías y la ausencia es tan profunda que marcó y marcará nuestra existencia hasta el día en que nos vayamos.La pérdida de un hijo en forma injusta, absurda y violenta nos convierte en personas mutiladas. Ya no somos los mismos. Esto ocurre también con otros familiares, hermanos, abuelos, o esposos, y todos debemos aprender a vivir con esta pena.Y así comenzamos a caminar esta nueva vida, tratando cada uno de no olvidar sus ojos, su voz, su sonrisa, su olor tan personal. Vayamos donde vayamos nuestro pensamiento estará con ellos. Es como vivir dos vidas: una, la que sigue y es real; la otra, dedicada a la memoria y al recuerdo de quienes ya no están porque nos fueron arrebatados. Esta también es real y con estas dos realidades debemos continuar. Algunos con fe y esperanza, con dolor y con bronca, otros con impotencia y desmoralización, y muchos paralizados como si la vida hubiera terminado. Quizás con todos estos sentimientos compartidos y entrelazados, pero también juntos, seguimos empujando para encontrar la verdad y la justicia. Porque hagamos lo que hagamos nada será suficiente, pero por otro lado nada se perderá.En un principio esta Comisión fue creada para las víctimas inocentes e indefensas de la violencia policial. Hoy hemos tenido que abrir nuestros brazos a todos aquellos que de una forma u otra han perdido la vida en forma injusta. No importa cuales fueron las armas que se usaron, tenemos niños violados y asesinados, desaparecidos en Democracia, asesinados por patotas o delincuentes comunes, atropellados por autos o motos o cualquier rodado, conscriptos asesinados en su regimiento cuando existía el Servicio Militar Obligatorio, chicos y jóvenes golpeados y ahogados en piscinas y acequias, suicidios que no son tales, y todo tipo de violaciones al derecho a la vida.Y mientras tanto nuestras almas rotas, quebradas, seguirán gritando aunque nadie las oiga. Y cuando los sonidos del silencio se unan a los gritos del alma, habrá llegado el sublime momento de la creación de un mundo mejor y quizás nuestras manos puedan tocar las almas de aquellos que harán que el silencio se convierta en grito, el grito en alarido, el alarido en luz, y la luz traerá un amanecer con verdad, justicia, y razón.

Por todos nuestros seres queridos: Será justicia o seguirá la impunidad.